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martes, 16 de abril de 2013

Me lo pide el cuerpo

Cuando retomé este blog me propuse hacerlo de modo algo más elaborado que simplemente volcar la primera parida que me pasara por la cabeza, pero lo que ha pasado hoy me obliga a escribir esto...me lo pide el cuerpo.

Se trata de los atentados de Boston, twitter está muy bien para enterarte de las cosas pero muchas veces para expresar correctamente lo que sientes necesitas más espacio, simplemente.



No se trata de que me hayan traumatizado las imágenes gore que algunos se han dedicado a difundir...no es eso.
No se trata de que al haber muertos americanos los sienta más próximos que los que mueren en Siria...no es eso.
No se trata de que no soporte ese humor sarcástico y macabro que tanto gusta en este país,salvo cuando nos toca...si me conocéis mínimamente (por twitter o en persona) lo sabéis...no es eso.
No se trata de aprovechar la situación para caer en el sensacionalismo...no es eso.
No es que la futura paternidad me tenga hormonado...no es eso, o igual sí...

Sencillamente cuando he visto la primera imagen de la explosión en directo, me han venido recuerdos de una mañana en Ponferrada, era Marzo de 2004.

Aquél mes estaba trabajando en unos sondeos previos a la restauración del castillo de Cornatel, junto con otros tres compañeros y nuestro jefe (recuerdos a Fródolas y compañía), compartíamos un piso en Ponferrada y nos levantábamos a desayunar con la radio puesta. Pronto se nubló el día...un atentado en Madrid, en unos trenes, en Atocha, en principio la reacción fue la típica de cabreo y despropósitos varios sobre las madres de los etarras (todos pensábamos que era ETA...¿quién iba a ser si no?).

En aquellos años aún teníamos el cuerpo acostumbrado a esas desgracias ocasionales y quizá por eso no le dimos más importancia, liamos los petates y nos montamos en el coche. Raro era el mes en que no había un tiro en la nuca o una bomba en una casa cuartel o en una papelera de una zona turística cuando llegaba el verano. Era nuestra atroz vida diaria.

De camino a Cornatel la radio nos iba actualizando...el número de víctimas crecía y el ambiente dentro del coche se iba enrareciendo por momentos...era algo muy gordo...parecía que un comando de ETA había perdido totalmente cualquier atisbo de humanidad.

Para llegar al castillo había que hacer un último tramo de unos 200 metros a pie cargado del equipo más sensible que ese día se hizo especialmente cuesta arriba, todos resoplábamos y mascullábamos maldiciones para dentro y para fuera. La mañana fue tensa, cosa a lo que contribuyó el hecho de que cada uno fuéramos de nuestra madre y de nuestro padre ideológicamente. Trabajar aquel día junto a un miembro de NNGG, un ex-concejal por IU en su pueblo y un muchacho de Irún de familia nacionalista fue duro, hubo gritos, nerviosismo...pero mucho menos que la pelea que casi todos teníamos interiormente.

Yo no tengo familiares en Madrid, pero quién no tiene algún amigo...no a alguien famoso o a algún "conocido", si no a buenos amigos, a gente que realmente te importa. Dejémoslo claro, los madrileños son una plaga y precisamente por eso es difícil no acabar trabando amistad con alguno de ellos de un modo u otro. Cuando estás en lo alto de un monte rodeado de ruinas con un trabajo que en muchas ocasiones es rutinario y que te deja la mente desocupada es jodido toparse con una situación así...muy jodido. No paras de hacer recuento de la gente que conoces, intentando (desde una casi total ignorancia entonces) ubicar sus casas y especulas con si habrán cogido el cercanías ese día, te autoengañas "no, seguramente cogerán el metro", pero luego piensas en los que viven en las ciudades dormitorio, a esas no solía llegar el metro "igual es muy pronto" "no creo que tenga que pasar por Atocha"...pero ¿y si sí tiene que hacerlo?, ¿y si era su hora acostumbrada?.

El jefe sube con el pan para los bocadillos, son casi las 12, Atocha es una masacre, NERVIOS, cientos de muertos, NERVIOS, miles de heridos, NERVIOS y MIEDO.

Entonces es cuando comienza el miedo a haber perdido a alguien, a no saber qué ha pasado realmente con ellos, intentas contactar por móvil, pero claro, todo está colapsado, nadie responde, porque ellos también están intentando localizar a sus familiares y amigos, todo ello es más NERVIOS y MIEDO.

En mi caso todo acabó felizmente, antes o después a lo largo de la tarde y el día siguiente pude contactar por llamada, SMS o email con todos ellos y estaban bien, jamás un cibercafé fue tan bienvenido ni me pareció tan barato...

El caso es que todo esto me ha venido hoy a la cabeza al ver lo de Boston, sé que hay quien dice que sólo por ser mediático un muerto o herido americano no es más que uno en otro lugar del mundo, pero no es así. Es más, es mucho más, porque está en tu TV o en tu PC, está en tu casa y lo ves. No debería ser así, pero lo es, aunque no queramos, es así. Y uno puede ser la mejor persona del mundo (no digo que yo lo sea) pero al final lo que no sale por los telediarios no existe, o deja de existir después de un tiempo, y sólo queda lo que sigue en nuestro entorno, o en nuestra vida, o en nuestro salón.

Y en mi vida tengo muy presente que unos años antes de todo aquello de Atocha yo estuve tres semanas viviendo con una familia americana en New Jersey, me acogieron en un programa de intercambio y me trataron como a uno más de sus hijos (tenían dos, más pequeños que yo), y viví en esas casas con jardín trasero con piscina y conocí a sus inquilinos y a sus vecinos y ellos también cuidaron de mí, me enseñaron a expresarme, me animaron con sus palabras y sus gestos a soltarme hablando en inglés. Incluso a colaborar en una aberrante "función" de despedida que incluía a los 17 chicos y chicas de Valladolid y alrededores que habíamos ido en grupo a ser inmersos en el "East Coast way of life"...aberrante función que acabó con un coro de púberes desgañitados cantando el "All my loving" versión Los Manolos en el salón de la casa de una de las familias...

Y si cuento todo esto es porque ellos son así...simples, nos gusta verlos caricaturizados en Los Simpson a diario pensando que en realidad son así, pero no, es una exageración, una parodia de lo que los americanos son en realidad. Nos gusta ver a los americanos como Rednecks porfiando contra los homosexuales y la judería internacional desde el porche de sus casas mientras tocan el banjo y mascan tabaco con una brizna de heno entre sus podridos dientes. Nos gusta ver a los americanos con camisa de franela de cuadros cortando árboles en Alaska, o tuneando motos, o embargando coches como si no hubiera un mañana. Nos gusta ver a los americanos como los opresores del mundo en busca del mantenimiento del Status quo.

Nos gusta porque si les vemos así no nos vemos a nosotros, que somos exactamente iguales, si no peores, porque nosotros (los ilustrados habitantes del viejo continente) tenemos una repugnante doble moral, porque claro nosotros no explotamos ni queremos mantenernos en la cresta de la ola...por eso Chipre está como está, ¿verdad?.

Por eso, y aunque me repugne la política imperialista yanqui, la pretendida superioridad moral, espiritual y hasta racial de los Wasps, la cerrilez patriotera y escopetera de los hijos de Dixieland, sus despilfarros, su descontrol, su ...su ...su, también la tenemos aquí, pero al ser de los nuestros no cuenta, o cuenta menos. El caso es que yo he conocido al americanito de a pie, el que vive feliz siendo un hombre mágico que vive en la calle de la piruleta en la casa de la gominola (Gracias Homer)...y es eso, feliz, ignorante, bueno...porque son buenos, aunque no nos lo creamos son muy buena gente, de una candidez entrañable.

Que quizá vivan engañados por su "sistema" y su "sueño americano" y todas esas mierdas que nos vende Hollywood, pues también, pero si se lo han tragado es porque son esencialmente buenos, no piensan que nadie les vaya a engañar, por eso salen noticias de timos bizarrísimos que no nos cansamos de decir "Eso sólo se lo pueden tragar en los USA", esos vídeos en los que se demuestra la estupidez yanqui por no saber situar correctamente Irak "¿Como pueden no saberlo?"...señores porque no les hace putísima la falta saberlo siempre que sepan la hora exacta en que Washington cruzó el Potomac, con el número de canoas que lo hizo y si llevaba puesta o no su dentadura postiza de madera...eso es vivir "The American Way of Life" y no fumar Marlboro, o Lucky...que más dará.

Que pueda parecernos bien o mal...allá cada cual, a mí me repatea que quien está gobernando el mundo, quizá ya por poco tiempo, no sepa sobre que mundo gobierna, pero eh...¿quién cojones somos nosotros para decir nada con la clase de gobernantes que tenemos en España y su afinidad nula con el sentir del común de los mortales?

PUES ESO.

Que a mí me ha calado el atentado bostoniano, quizá porque Boston sea la más "europea" de las grandes ciudades norteamericanas, quizá porque me ha traído esos recuerdos desazonadores del pasado, quizá porque sé que quienes están pagando son los de a pie, los míos, los vuestros, y los que se libran son los responsables de todos los males, como siempre. Y que me cala más hondo porque sé que la mayoría de esa gente son buenas personas, cándidos, pánfilos y maleables y cualquier mal organizado les es casi inconcebible y seguro que se sienten totalmente desvalidos.

Que deberían calarme igual los muertos de Siria, Israel, Sudán...pues sí...ciertamente...pero soy humano y cuando me ponen imágenes en el salón de mi casa lo noto mucho más que cuando sólo leo referencias y cuando la brutalidad es inesperada en un lugar extrañamente familiar me resulta más insoportable, soy así, soy parcial, soy falible, soy injusto.

Bill, Mary, CJ, Jason...miss you

P.D: Ahorraos cualquier comentario para hacer polémica sobre la autoría del 11-M o sobre mi propia parcialidad con el origen de los muertos, si no os ha quedado claro a estas alturas que no tengo ni idea del porqué y que sé que no debería sentirlo así, lo lamento pero no sé explicarme mejor.
P.D2: Gracias a @Aranwe por hacer de catalizador, prometo volver al redil...