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domingo, 11 de diciembre de 2022

En estas fechas tan entrañables...permitid no disfrutar

 Sí, ya casi es Navidad, ha salido Mariah Carey hasta en la sopa sonando como todos los años, los alcaldes midiéndosela a ver quién la tiene más grande y bonita (la iluminación, claro), la lotería ya está a la vuelta de la esquina y cuando llegue volverá a no tocarnos más que el reintegro que desperdiciaremos comprando lotería del Niño, porque no es lo mismo si la oportunidad perdida no es capicúa.

Yo la verdad es que este año, por temas de trabajo, llevo casi sin coger aire desde finales de noviembre así que es seguramente el año que menos me ha afectado aún mi alergia al espíritu navideño, por no tener apenas tengo tiempo ni para participar en "Las Cosas(TM)" como merece la ocasión, pero el cansancio me puede.

Creo que no soy el único, que, como yo, hay gente a la que el final definitivo de la Pandemia (aunque quede lo de las mascarillas en transporte público que cada vez más gente se pasa por el forro) le está suponiendo una cuesta de Enero física permanente.

Tampoco voy a mentir diciendo que otros años haya disfrutado las Navidades como un enano. Hace muchos años que ya no. Desde que mi madre dejó de ejercer como núcleo familiar primero y luego cuando mi situación vital llegó a un límite en el que no tenía fuerzas de seguir intentando arreglar lo que estaba roto.

Por eso desde hace años yo no disfruto la Navidad, no hay nada, salvo pasar algunos días más de lo habitual con mi pequeña fotocopia, que me haga sentir que en estas fechas tengo que sentirme especialmente motivado para nada. Es más, cuando la pequeña vuelve a su casa la sensación de vacío y de absurdo que rodea tanta luz, tanto brillo y tanta mascarada se me hacen insoportables.

No quiero amargaros las fechas, si es que hay alguien ahí que lea esto, por favor, disfrutad si es vuestro rollo, pero entended que haya caras largas, que haya quien no puede más por lo que estas fechas supusieron y ya no son, que haya gruñidores profesionales como yo, que haya, en fin, quien considera estos 15 días como un puto recordatorio de que su vida ya no es como él pensaba que quería que fuera. Puede que incluso ya no piense en una vida así como algo idealizado, pero el hueco que deja el ser normativo cuando ya no lo eres revuelve igual las tripas.

Disfrutad, reíd, cantad villancicos, regalad cosas bonitas, comed dulces, emborrachaos si os apetece, pero no obliguéis a nadie a seguir el ritmo, para nosotros la larga marcha navideña ya no tiene sentido, nos apeamos aquí, respetad nuestra decisión.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Como el moro

 Hoy he estado en tu ciudad, da igual que ya no estés aquí, sigue siendo tuya.

Aquí permanecen el río y las calles y los callejones donde bajo sombras y portales aún imagino que te beso estrechando nuestros cuerpos contra el muro, hincando mis dientes en tu cuello.

Aquí perviven los reflejos de los escaparates, que alguna vez contemplaste, donde busco algún recuerdo de tus ojos mirando con deseo mientras te desvisto de las prendas más sutiles.

Aquí residen mis fantasías, mis desvelos, mi ansiedad y mis temores. Todos ellos acechando en cada ventana por las que miradas, que no eran mías, te observaron sin saber que las envidiaba.

Aquí suenan las voces que en alguna ocasión escuchaste, con su acento, con su deje y su resabio y con las que cruzaste, seguro, más de un grito y de un verso.

Aquí brillan en lo alto las estrellas que adornaron por las noches tu camino de vuelta a casa mientras yo en la distancia esperaba un mensaje de tu mano para desearte dulces sueños.

Aquí desfila leve el aire que alborotó tu pelo despeinado y rozó tu piel erizándola con las caricias que sólo pude darte mientras dormíamos. El mismo aire que respiraste y ahora inspiro esperando captar aquél aroma de tu melena mientras dejo resbalar cada latido, abandonado ya, sin fuerza.

Aquí, justo donde tantas veces quise estar para estar contigo, destino habitual de mis huidas, objetivo de mis fugas, la meta de mis empeños era aquí porque tú estabas.

Suspiró aquí el moro hace tiempo por todo lo que abandonaba y suspiro yo ahora, ya ves, por nada. Sólo por irme hoy de aquí...