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viernes, 26 de marzo de 2021

Imagina

Imagina por un momento despertar a tu lado. Imagina que despiertas junto a mí, que te vistes con una de mis arrugadas camisas, de esas que me niego a planchar escudándome en nada.


Imagina que bajas a oscuras tratando de no hacer ruido las quejumbrosas escaleras de madera y te acercas al balcón. Imagina que entonces sacas del bolsillo de la camisa tu tabaco, ese que tan poco me gusta que beses con esa boca que quiero sólo para mí.


Imagina abrir la ventana y recibir de frente el aire, frío como una descarga eléctrica, que hace que toda tu piel se erice, que se ericen también esas sonrosadas gemas que no hace tanto yo estaba mordiendo en tus pechos. Imagina notar cómo sube el escalofrío por tus muslos, como subía mi mano,  hasta disiparse bajo la escasa cobertura de la camisa.


Imagina encender el mechero para darte lumbre y que se refleje el ondular cobrizo de la llama en ese mar embravecido que es tu pelo despeinado. Imagina aspirar hondo esa calada tratando de calentarte por dentro con el humo del pitillo.


Imagina mirar a la oscuridad, más allá del parque, buscando en la negrura la línea sin estrellas que define dónde acaban las montañas. Imagina el espectáculo que eres a la vista recortada contra las tinieblas por la luminosa silueta que proyecta esa pequeña ascua que reposa entre tus labios.


Imagina que entonces llego inadvertido cubierto por esa misma manta que añoraba nuestros cuerpos y que te atrapo dentro, hundo la nariz en el cabello de tu nuca y te aspiro con la misma intensidad que tú lo haces con el cigarrillo aún encendido. Imagina que no pasa nada más mientras terminas de deleitarte con el humo y las montañas y yo hago lo propio con tu olor.


Imagina que entonces te vuelves y nos miramos y lo entendemos todo, como siempre, como nunca. Imagina...


Sí, yo lo imagino, lo he imaginado y lo imaginaré tantas veces que para mí es más un recuerdo que un sueño recurrente, aunque nunca ocurra. Imagina si te quiero.



domingo, 21 de marzo de 2021

Poesía, ¿eres tú?

 

Lo siento, hace tiempo que dejé de pretender saber escribir poemas. Últimamente, de hecho, he dejado de pretender ser muchas cosas. No podía seguir impostando ser alguien que no soy sólo por cautivarte. No quiero construir prisiones a nuestro alrededor, todo pierde el valor si no se elige libremente.

Así que aquí estoy simplemente yo, para bien y para mal, desprovisto de adornos. Y si te agrado que sea porque realmente te complazco yo y no mis artificios, por difícil que ello resulte.

Se me acusa de idealizar, pero niego la mayor, no se trata de sublimar ciertas cualidades buscando llevarlas a un grado de paroxismo que me ciegue, si no de ser consciente de que lo que se me muestra delante es atrayente por encima de cualquier otro calificativo.

No insinúo que seas perfecta, lo que digo es que por ser como eres me gustas y porque me gustas admiro cada una de tus facetas como una obra de artesanía fruto de una vida que discurrió ajena hasta que nos encontramos por puro azar.

Que alguna pueda ser menos brillante, o sus aristas menos afiladas, desde luego, pero no por ello dejan de formar parte de un conjunto que cautiva mi mirada y mi pensamiento.

La perfección es aburrida, monótona y previsible, blanda como una almohada demasiado usada, amarillenta como un papel expuesto a las inclemencias de la lluvia y el sol que son los ojos de quienes se pasean por ella en busca de alimentar su propia vanidad.

Lo verdaderamente admirable sucede siempre bajo la luz de la luna, inadvertido, en la penumbra empapada del frescor de los descubrimientos inesperados. Como nos sorprendió el punto de rocío envueltos en una manta aquella noche, viendo las estrellas sin mirar hacia el cielo.

Aquellas dos estrellas que ya no veo iluminando mis madrugadas pero imagino abandonándose lentamente al sueño, al compás de tu respiración envuelta por mis brazos y acunada por mis susurros. Y, mientras, hundo mi nariz en tu pelo tratando de aspirar el paso del tiempo para detenerlo así, en ese instante, para siempre. Y sonrío.

Y entonces despierto y me pregunto si todo eso que he soñado es un recuerdo, un oráculo o eres tú.


Feliz Día Mundial de la Poesía...de algún modo.